jueves, 25 de enero de 2007

Somos alma y cuerpo




Con respecto a la caricatura de Quino, nos muestra, lamentablemente, una realidad de nuestro día a día. Según los principios que están reflejados en nuestra constitución, "Toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones (...) sin que pueda establecerse censura" (artículo 57), algo básico en un sistema democrático, aunque totalmente distinto es llevarlo a la práctica. Venezuela siempre ha intentado manifestar ante el mundo una imagen de total libertad de expresión. Pero, ¿Quiénes no se han sentido como el segundo personaje de la caricatura? ¿Cuántas veces no se ha pisoteado la integridad de una persona? Creo que la mayoría comparte la misma respuesta.

Quino evidencia ese sentir claramente. Muchas veces se nos da la oportunidad de manifestar nuestros ideales en público, siguiendo los lineales del respeto y la tolerancia, pero en algunas ocasiones se hace notar la presión por parte de grupos influyentes, o de mayor poder. Y así, de una manera sencilla y opresiva, llegan a controlar a las personas para su beneficio. ¿Acaso los bastones de los bárbaros no pueden ser las "reglas" de la sociedad actual? La manera de vestir, la manera de hablar, de caminar, de comprar, con la que es catalogada la persona si no la sigue; ya que muchas veces nos dejamos llevar por la presión de la multitud. O, si pensamos en el pasado de nuestro país, ¿No es muy parecido la caricatura con los hechos del 11 de abril?Una marcha donde se expresaba un pensamiento en común, donde la presión de las palabras no habían tenido efecto, y por lo tanto, fue necesario utilizar la violencia, tal como esos cavernícolas. Se respetaba la opinión de la masa, mas no a las persona que luchaba por un sueño.

Por sucesos como éstos, es que hoy Venezuela tiene tantos conflictos, y sobre todo temor. Si no se respeta la integridad y dignidad humana, los ciudadanos no pueden manifestarse, y terminan como ese primer personaje, oprimido en toda su expresión. La única manera de poder vivir plenamente en una sociedad, es basándonos en el respeto. Cuando el hombre pueda entender lo que significa de verdad ésa palabra, llegaremos a otra etapa del existir humano. Debemos comprender que somos alma y cuerpo, ideas y persona al mismo tiempo. Tratarnos como iguales en todo momento, ya que, al fin y al cabo, todos somos seres racionales en busca de un bien común, y en lo personal, en este momento pienso que nuestro bien común, es una Venezuela donde se hagan valer los derechos de las organizaciones, estudiantes y de nosotros mismos.

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